Con una plantilla modesta, el Valladolid arrancaba el año futbolístico como uno de los equipos destinados a sufrir en la lucha por el descenso, pero los blanquivioletas apenas pasaron apuros durante toda la temporada. Desde el principio se mantuvieron alejados de la zona de peligro, y aprovecharon esta situación para deleitar a su afición con el buen juego que pudieron desarrollar al carecer de presión. Óscar y Ebert se encargaron de llevar el peso del ataque, tanto anotando como sirviendo goles a los dos puntas del equipo, Javi Guerra y Manucho (uno de los jugadores fetiche de este blog). Álvaro Rubio fue el motor del conjunto, cuya solidez defensiva también fue destacada en muchos tramos de la temporada. El año que viene tocará reconstrucción con la marcha de Djukic al Valencia y la posible salida de algunos de los puntales del equipo.
Nota final: 7.
El mejor: Patrick Ebert. El alemán llegó a Pucela gratis el verano pasado tras acabar contrato con el Hertha. Pronto se adueñó de la banda derecha del ataque, y de sus pies salieron algunas de las mejores jugadas del conjunto vallisoletano este año. Su único lastre, las lesiones y la polémica surgida a finales de temporada tras su reunión con Caminero, director técnico del Atlético de Madrid.
La revelación: Antonio Rukavina. El lateral serbio se presentaba en Valladolid sin hacer mucho ruido, pero terminó la temporada como uno de los mejores laterales derechos de la competición. Sólido en defensa, no duda en sumarse al ataque para formar una dupla letal por la derecha con Ebert. Djukic quiere llevárselo con él al Valencia.
La decepción: Juan Neira. En un equipo sin apenas puntos débiles, el delantero argentino fue una de las pocas decepciones. Tan sólo siete partidos disputados y ningún gol es poco bagaje para un ariete que llegó a ser internacional sub 20.
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