Diez años después de aquella Real con Nihat, Kovacevic, Karpin o De Pedro en la que sólo el Madrid de Ronaldo pudo arrebatarles la Liga, los txuri urdin volverán a escuchar en Anoeta la música de la Champions. Esta vez el cuarto puesto ha sido logrado gracias a un equipo joven, mejor en ataque que en defensa, y con un entrenador que supo aguantar el chaparrón de críticas para dotar a los realistas de un estilo propio: Philippe Montanier.
Y es que el técnico francés estuvo más fuera que dentro del banquillo de la Real. La Real ocupaba las últimas plazas de Liga y el Córdoba les dejó fuera de la Copa del Rey. La directiva le dio al entrenador un voto de confianza, pese a las críticas de la afición y el equipo respondió de forma sobresaliente. Desde la jornada 18 a la 34 el equipo no perdió un partido, y solo un par de resultados malos en el último mes pudo dejarles fuera de la máxima competición europea. Sin embargo, la victoria en Riazor en la última jornada y la derrota del Valencia y Sevilla dejaron en el cuarto puesto a los hombres de un Montanier que no estará la temporada que viene en el banquillo de Anoeta. Su sucesor, Arrasate, seguirá apostando por esa filosofía de cantera y ataque que tan bien le ha funcionado al club desde que las deudas obligaron a ello durante la etapa en Segunda.
Nota final: 9.
El mejor: Carlos Vela. El punta mexicano volvió a salirse en el ataque de los donostiarras. En un equipo en el que muchos jugadores podrían aparecer aquí (Griezmann, Prieto, Illarra, Agirretxe, De la Bella...), el delantero, fichado este año ya en propiedad, se colocó como máximo goleador con 14 dianas. Además su movilidad en el ataque y asistencias dieron muchos más goles a la Real.
La revelación: Asier Illarramedi. En su primera temporada completa en el primer equipo, el canterano dio muestras de por qué muchos le apodan el nuevo Xabi Alonso. Titular también en la selección sub 21 campeona de Europa, este verano se convirtió en el fichaje español más caro de la historia del Real Madrid. Triunfará si supera sus problemas de aclimatación.
La decepción: Diego Ifrán. En un equipo sin apenas puntos negativos, quizás el bajo rendimiento del delantero uruguayo sea de lo menos destacado del conjunto. Cinco goles en tres años en Anoeta y problemas de sobrepeso que no cumplen las expectativas que pueda tener como revulsivo.
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