El Zaragoza arrancaba la temporada con la intención de afrontar por fin una temporada sin apuros finales, contando desde el principio con el hombre-milagro del año pasado: Manolo Jiménez. Lo cierto es que la primera vuelta fue buena dentro de lo que cabe, pero en la segunda los maños se hundieron. Tres derrotas en los tres últimos partidos cuando te la estás jugando no es una excelente manera de mantenerse en Primera, y esta vez no hubo milagro de última hora. Ni siquiera los "negocios" de Agapito pudieron evitar la debacle del Zaragoza, que volverá el año que viene a Segunda División tras 4 años en Primera. La lesión de Apoño también fue clave en un equipo demasiado corto de efectivos.
Nota final: 3.
El mejor: Hélder Postiga. Los goles del portugués mantuvieron con esperanzas a los zaragocistas hasta última hora. 14 goles que, sin embargo, no sirvieron para evitar la pérdida de categoría. Será difícil que continúe el próximo año en Zaragoza.
El peor: Romaric. La apuesta por el marfileño era arriesgada, pero a pesar de ello Manolo Jiménez confiaba en exprimirle al máximo. No fue posible, y la baja forma del mediocentro fue una constante durante toda la temporada. Ni estaba ni se le esperaba.
La revelación: Víctor Rodríguez. La aparición del extremo, fichado en verano desde el Badalona, fue una de las pocas sorpresas agradables de la temporada. Sus centros perfectos desde la banda han tenido buena culpa de los 14 goles finales de Postiga.
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