"El Niño" llega en plena madurez (31 años) al club de su vida y sus amores. En 2007, Fernando se marchó con destino Liverpool prácticamente en el mejor momento de su carrera. En la siguiente temporada se consagraría como uno de los mejores debutantes en la historia de la Premier, finalizando la temporada con los "reds" con 24 goles. Además fue parte fundamental en la consecución de la Eurocopa de Austria y Suiza en 2008 por parte de la selección española, el torneo donde empezó la mejor época en la historia de la selección, anotando el único gol en la final ante Alemania. Individualmente su gran momento se vio recompensado con el Balón de Bronce de 2008, detrás de dos supercracks como Cristiano Ronaldo y Leo Messi.
Esa era la situación de Torres, asentado como una de las figuras mundiales, pero en muy distinto lugar abandonó el Atlético de Madrid. La temporada anterior a su marcha, el Atlético finalizó la temporada en séptimo lugar, y aún debía superar la extinta Intertoto para confirmar su participación europea. Durante los años en los que Torres permaneció en el Atlético, la plantilla y el entrenador variaba año tras año, sin llegar a conformarse nunca un proyecto real que devolviera al Atlético al lugar que le correspondía por historia. El dinero recaudado por Fernando sirvió a la secretaría técnica colchonera para remodelar un equipo que finalmente pudiera clasificarse para la Champions League. Y así lo consiguieron, con Javier Aguirre en el banquillo y el "Kun" Agüero, Forlán o Simao en el campo.
Ahora mismo, Torres acaba de completar uno de sus peores años. Ni Chelsea ni Milan querían seguir contando con él (en medio año en el cuadro "rossonero" sólo consiguió un tanto) y su participación en el Mundial de Brasil fue muy criticada. Mientras, el Atleti ha completado una de las mejores temporadas, si no la mejor, de sus 111 años de vida, consiguiendo su décima Liga y quedándose a un solo minuto de alzarse con su primera Champions League. La situación del Atlético es inmejorable, con una comunión entre equipo y afición, ultras aparte, conseguida gracias a la aparición del "cholismo".
Fernando Torres llega a un equipo en el que no dispondrá de mucha presión, debido a la situación del club y a una afición que le adora. Es una de las últimas oportunidades del "Niño", ya no tan niño, para volver a la primera plana futbolística. Si el "Cholo" no lo consigue...
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